Una máquina temible, el terror de Europa, de todo sorteo, principal favorito a la Orejona y columna vertebral de la Italia que se proclamó Campena del Mundo en 2006. En un ámbito más amplio de tiempo, una de las mejores escuadras de la historia. Así podríamos definir al AC Milan de la pasada década. Un equipo que manejaba Carlo Ancelotti y en el que figuraban estrellas del calibre de Dida, Maldini, Nesta, Seedorf, Gattuso, Pirlo, Kaka’, Inzaghi.. casi nada. Parece mentira que haya pasado tan poco tiempo. Poco después de ganar su último campeonato europeo las cosas empezaron a cambiar.
Una deficiente gestión económica provocó la venta de algunas de las grandes figuras (Kaka’, Shevchenko...) que se unió al envejecimiento de grandes caras. La política deportiva no estaba mucho mejor: orientada a la venta y basada en contratar veteranos de dudoso rendimiento (Van Bommel, Bonera, Zambrotta...), jugadores no queridos por grandes, caso de Robinho o viejas estrellas a las que les quedaba poco gas contratadas a un precio infladísimo, véase Ronaldo o Ronaldinho, quienes sólo han empeorado con sus altos sueldos la situación económica del club de San Siro, jugadores que no están ni de lejos a la altura de este club (Zapata, Yepes, Mesbah, Flamini, Traoré, Amelia.. la lista es abrumadora) y la confianza en jóvenes que, en su mayoría, no han rendido. En cuanto a fichajes, se han dado también aciertos, como Thiago Silva, Ibra, Cassano, Boateng y Pato. Salvo el delantero carioca y el africano, todos están fuera del club. Aún así, han podido dar al Milán alguna alegría en cuanto a títulos nacionales. El cuadro rossonero se ha convertido en la actualidad en un club vendedor debido a su mala economía y está muy lejos de tener una de las grandes plantillas de Italia.
El equipo que dirige Allegri hoy en día, tras vender al PSG a sus dos grandes piezas, ha bajado en cuanto a nivel y está mucho más rejuvenecido, compuesto por jugadores que han dado un rendimiento aceptable (Emanuelson, Abbiati, Mexes), jugadores que han llegado de rebote (Bojan, Pazzini), dudosas piezas (Zapata, De Jong, Bonera..), los cracks que se han quedado buscando un papel protagonista (Prince, Pato, Abate), un gran fichaje como Riccardo Montolivo y la piedra sobre la que se se debe basar el proyecto transitorio rossonero hasta que lleguen tiempos mejores, “El Faraón”, El Shaarawy.
En esta situación la parroquia de San Siro ha de entender que el nivel de su club está mas cerca de la clase media de la Serie A que de los equipos punteros (véase la clasificación del campeonato) y aceptar que esta situación, debido a la actual economía del club, quizá dure algo más de un año. Toca también que llegue el momento de que Galliani y compañía sienten las bases del equipo italiano tomando como modelo otros clubes que con pocos recursos logran mantener su nivel año a año, como Arsenal, Tottenham o FC Porto y observar a uno de sus grandes rivales, la Juve, que ha conseguido con paciencia e inteligencia salir del pozo. El nuevo proyecto rossonero se ha de cimentar en la confianza en el poco talento que les queda y ese afán que se palpa de apostar por al cantera para, junto con una buena gestión de los recursos por parte de la directiva y la paciencia, devolver al histórico Milán a la posición temible que ocupaba hace no mucho tiempo.
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