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Análisis táctico del Real Madrid 2-2 Borussia Dortmund



Real Madrid y Borussia Dortmund nos ofrecieron en la noche del martes un espectáculo digno de los actuales campeones de España y Alemania  y candidatos al triunfo final de  Champions League, como los que son.

A estas alturas es ya conocido por todos que el partido terminó con empate a dos después de un gol de falta directa de Mesut Özil en el minuto 89 de partido, que anteriormente el Borussia Dortmund se había puesto con ventaja en el marcador en dos ocasiones, siendo la segunda de ellas, al filo del descanso, y que en términos generales podemos hablar de un partido con una parte para equipo.

Sin embargo si vamos un poco más allá y analizamos el desarrollo del mismo, podemos sacar algunas conclusiones interesantes.

Como primer punto a analizar, sería la disposición táctica con la que Mourinho y Klopp decidieron empezar el encuentro, repitiendo en gran medida los esquemas utilizados hace 15 días en el Signal Iduna Park.
Ambos conjuntos salieron con un 4-2-3-1, siendo la primera parte  prácticamente un reflejo de lo sucedido hace 15 días, con un dominio abrumador del conjunto  alemán.

Una de las claves de tal dominio, es el medio campo, donde el Real Madrid se ve claramente superado. La pareja Xabi-Modric no carbura bien ni en ataque ni en defensa, el equipo  echa mucho en falta la baja de Khedira. Situación que mejora en la segunda parte con la  sustitución de Luka por Essien, un jugador más del perfil de Khedira.

El jugador de origen tunecino es clave en el equilibrio y juego blanco, y más ante equipos que manejan la posesión de balón con la soltura del equipo germano,  y  que además cuenta con contragolpes rápidos  a la par que efectivos.

Khedira es un medio centro físicamente poderoso y muy disciplinado tácticamente, un experto defendiendo espacios y cerrando líneas de pase, por el contrario Modric además de no contar con su poderío físico, no es tan bueno en esta  lectura del juego, y tiene tendencia a ir a defender directamente al balón y no al espacio o línea de pase.

Con Khedira el equipo no tiene miedo a que les cojan la espalda, y la línea defensiva sube muy arriba.
Sin embargo  ayer (como ya sucedió en la ida en el momento en el que Khedira es sustituido por lesión) el equipo nota  considerablemente su baja, hay miedo a las rápidas salidas de Reus, Götze,  Grosskreutz etc…  

Lo que provoca que la defensa de un paso atrás, creando un enorme espacio a la espalda de los mediocentros, algo que aprovecha de maravillas, un jugador indetectable y dificilísimo de defender como es Götze, que en esta primera parte juega a sus anchas, dando un  auténtico recital.

El equipo además con la pareja Xabi-Modric, no cuenta con un jugador agresivo en la presión, alguien que de verdad apriete y robe balones en campo contrario.

En la elaboración y ataque, el Madrid también tiene problemas, ya que Modric abusa del pase horizontal, el pase al pie, a diferencia de Khedira que bate líneas irrumpiendo con el balón controlado y provocando la atracción de jugadores que obviamente dejan espacios a sus pares, es decir generando ventajas para ellos.
Esto es aprovechado por jugadores como Cristiano y Di Maria, jugadores que explotan sus características jugando al espacio y no al pie, donde es más fácil controlarlos.

Esto lo hace perfectamente el BVB en la primera parte, permitiendo el pase horizontal del Madrid, controlando muy en corto a sus velocistas, y dejando en muchas ocasiones que el equipo blanco ante la ausencia de espacios, abuse del pase en largo desde la defensa, algo ineficaz ayer y fácil de defender para Hummels y Subotic.

El Real Madrid además de notar mucho la baja de Khedira, nota también en exceso la de Marcelo y  como consecuencia directa, aunque en menor medida la de su suplente Coentrao.
La ausencia de estos jugadores tiene un efecto dominó en la defensa, que penaliza al final en última medida el juego  global del equipo.

Arbeloa por ejemplo no juega en su sitio, actuando a pierna cambiada, algo que limita en exceso al  equipo en ataque, ya que pierde las subidas, la capacidad de sorpresa, la ventaja numérica y el apoyo constante de Marcelo.

El equipo cuenta con un atacante menos, una salida menos de balón, disminuye su capacidad de abrir el campo, limita los apoyos de los mediocentros que no tienen línea de pase a la izquierda, y no permite explotar al máximo el juego de Cristiano, tan necesitado de ese jugador que le permita hacer “2x1” y no el “1x2” como se veía continuamente contra el extremo y lateral rival.

Ronaldo se ve obligado a conducir más aún de lo que es habitual en la zona izquierda, encerrándose continuamente  en una trampa.  Los defectos de Marcelo en defensa siendo cada vez menores,  son obvios, pero su anarquía ofensiva es fundamental para el buen hacer del equipo.
En el otro lateral también actuaba otro jugador fuera de posición, Sergio Ramos, que vuelve a demostrar que su sitio está en el centro de la zaga haciendo un malísimo partido tanto en ataque como en su repliegue defensivo.

La pareja de centrales tampoco tiene su día y se ve claramente superada por Lewandowski que les gana continuamente en el juego aéreo, y les obliga a retrasarse mucho. Esto hace que el BVB pueda estirarse mucho y el Madrid vea como la distancia entre sus líneas se haga cada vez más grande.
Es sorprendente que Pepe, uno de los mejores centrales del mundo tenga casi siempre problemas con este tipo de delanteros.  El propio Lewandowski la ida, y otros como Mario Gómez la temporada pasada se lo hicieron pasar verdaderamente mal.

El juego de ataque del Madrid en esta primera parte también raya a un nivel bajísimo.
Özil el jugador  por el que debería pasar todo el juego ofensivo, está siempre muy lejos de los mediocentros, y no es capaz de recibir (salvo en una ocasión) a la espalda de los medios germanos, a los que siempre tiene de cara.
Di María y Cristiano siempre están bien marcados,  vigilados, recibiendo al pie con el par encima y sin apoyos de los laterales, ambos jugadores pierden efectividad.

Y por último Gonzalo Higuaín en la posición de delantero centro no es capaz de producir nada positivo, siempre está bien vigilado por un imperial Hummels y su compañero Subotic. La escasa movilidad del delantero argentino o  sus pocas caídas a banda facilitan aún más el trabajo de los zagueros germanos. La ausencia de Benzema también fue significativa en este aspecto, ya que el francés desde esta posición es un jugador capaz de aportar pausa, elaboración, espacios etc. Alguien que su sola presencia condiciona mucho el juego del equipo propio, y rival.

En la segunda parte sin embargo,  Mourinho decide mover piezas, una parece obligatoria, el cambio por lesión de Higuaín por Callejón, siendo el otro el de Modric por Essien, para intentar solucionar el tema comentado anteriormente, dando entrada a un jugador más del perfil Khedira.

Los cambios surten efecto desde el inicio, y el Real Madrid además apoyado por el toque de corneta del Bernabéu, y el temor del conjunto amarillo que decide ceder terreno y echarse atrás, empieza a dominar totalmente el partido y a generar ocasiones.

Con el jugador ghanés el equipo presiona y roba más arriba, adelanta líneas, se siente más seguro en su juego a la espalda, y tiene un jugador que busca batir líneas cuando recibe mediante el regate y no el toque horizontal.
Essien realiza un gran partido en los 45 minutos que juega, pasando a dominar la zona ancha del campo, y haciendo un trabajo táctico impecable.

La entrada de Callejón también provoca grandes beneficios, ya que agita el ataque, el equipo adquiere  movilidad y un dinamismo que no tenían en la primera parte.
Callejón ocupa de inicio la banda izquierda, pasando Ronaldo al puesto central, y dejando a Özil y Di María permutando continuamente en la derecha.

El Borussia Dortmund se ve sorprendido ante tanta movilidad, no tiene una referencia de nueve como la que tenía en la primera parte a la que marcar, ya que Ronaldo que en esta fase sí empieza a ser decisivo, realiza continuamente movimientos de apertura, y creando espacios para sus compañeros, sobre todo para los hombres de banda, Callejón y Di María.

Las continuas diagonales de Callejón, que aprovecha estos espacios creados, provoca el desconcierto en la defensa alemana, que durante la primera parte había vivido muy cómoda ante el juego exageradamente estático de la delantera blanca.

La entrada de Essien y Callejón provoca además un aumento de  intensidad, el equipo pasa a vivir en campo contrario, a robar muy arriba y a generar ocasiones una de otras.

El BVB como decíamos, da un paso atrás, parte obligado por los cambios de jugadores del Madrid, y parte posiblemente para guardar el resultado, sin embargo llega a ser excesivo, ya que en esta segunda parte apenas es capaz de pisar el área rival.
A pesar de todo, el conjunto alemán está muy cerca de conseguir su mayor premio, ya que el Madrid no es capaz de materializar todas las ocasiones que genera y tuvo que ser a un minuto del final del tiempo reglamentario, y mediante una jugada a balón parado, a través de la cual el Real Madrid consiguió empatar el encuentro, y firmar las tablas en el marcador.

Escrito por Carlos Prieto  @Carlituss_Ibiza
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