Cinco minutos le bastaron al Chelsea para llevarse los tres
puntos ante un más que combativo Wigan.
Fiel a su estilo, Di Mateo salió con un esquema conservador,
cosa difícil con el equipo tan atacante que tiene. Salió de inicio con
Lampard,Hazard, Mata, Bertrand y Torres. Pero esto es engañoso, ya que sólo
Torres y Hazard se limitaban al ataque. En el banquillo, hombres de la talla de
Sturridge o Oscar esperaban su oportunidad.
Salió el Wigan mal, descentrado en defensa. En el minuto 2,
una contra muy rápida tras un error en el pase de Di Santo fue cortado por la
defensa “blue” que buscó rápidamente a Hazard. El belga, destacado en su
estreno en la Premier, puso un buen balón al hueco a Ivanovic, que tras
recorrerse todo el campo, tuvo la sangre fría para batir al guardameta.
En la siguiente jugada de peligro, Eden Hazard encaró al
español Ramis, que en su debut en la Premier derribó al escurridizo belga
cometiendo un clarísimo penalti. Frank Lampard tiró de galones asumiendo el
lanzamiento de la pena máxima y no falló. Así pues, el Chelsea se encontraba
con un escenario soñado, un 0-2 en los primeros 5 minutos.
Pero los de Roberto Martinez no entienden de relajaciones.
Gobernados por un Victor Moses espectacular, trató al Chelsea de tú a tú. Pero
ese dominio no se traducía en goles. Mucha posesión sin profundidad. Tan sólo
la banda izquierda generaba verdadero peligro con Figueroa y Moses.
Moses se encargó de demostrar al Chelsea que podría ser un
gran fichaje para los “blues”. De sus botas salieron todas las ocasiones de
peligro. El otro jugador que llevaba peligro a la portería de Cech era Di
Santo, pero se mostró muy poco acertado durante todo el partido.
En el Chelsea la primera parte fue puro estilo Di Mateo,
encerrados atrás y muy conservadores, un planteamiento que ahoga a los
futbolistas ofensivos.
En la segunda parte las cosas fueron iguales que en la
primera, pero ampliadas. El Wigan tomó aún más el control del partido y buscaba
incesantemente la portería, pero sus delanteros no daban con el gol. Di Matteo
introdujo a Oscar en el partido, y al poco de entrar ya tuvo su primera ocasión
tras una buena prolongación de Torres. El español, tuvo la mejor oportunidad
del Chelsea en esta segunda parte. Tras un saque en largo de Cech, Bertrand
asistió de cabeza al Niño, que ante la salida del guardameta, metió la pierna
para marcar, pero Ramis evitó sobre la línea lo que pudo suponer la sentencia
definitiva.
Los últimos minutos sirvieron para demostrar aún más el
planteamiento triste de Di Matteo. Un Chelsea encerrado atrás dejando pasar los
minutos, sin intenciones ofensivas, y un Wigan que dejó una buena sensación a
pesar de su derrota. Los de “Bob” Martinez demostraron que su propuesta
futbolística les puede dar bastantes alegrías durante esta temporada.
Así pues, el partido retrató a ambos equipos. Unos por su pundonor y otros por su
conformidad. Aún así, el Chelsea es mucho Chelsea y es uno de los grandes
aspirantes a la Premier. Tres minutos entre sus goles, los que van del dos al
cinco sirvieron para llevarse los tres puntos.
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